"Imperioso, colérico, irascible,

con una imaginación disoluta como nunca antes se ha visto,

ateo al punto del fanatismo.

Aquí me tenéis en una cáscara de nuez,

mátenme de nuevo o tómenme como soy,

porque no cambiaré.

Mi manera de pensar, decís, no puede ser aprobada.

¡Pues, qué me importa!

¡Bastante loco es quien adopta una manera de pensar como los demás!

Mi manera de pensar es el fruto de mis reflexiones;

está implicada en mi existencia, en mi organización.

Esa manera de pensar que vos censuráis es el único consuelo de mi vida;

alivia mis penas en prisión,

constituye todos mis placeres en el mundo y la quiero más que a mi vida.

No es en absoluto mi manera de pensar la que ha hecho mi desgracia;

es la de los otros."

- Marqués de Sade-

Bueno creo que las palabras de Sade dejan poco más que añadir, pero me permito tan solo un corto comentario: ¡Viva la libertad de expresión y la tolerancia! Que todo el mundo aprenda a respetar la forma de ser de los demás y a no juzgar a nadie por sus ideales o creencias. Por suerte vivimos en el siglo XXI y, aunque no en todos los lugares del mundo, en la mayoría de paises ya son derechos indiscutibles.

Puedo parecer presuntuosa, tal vez pueda sonar algo típica, agobada los imposibles, o incluso me crean con ancestros hippies, defensores de la paz y el amor -nótese mi sarcasmo-; pero lo que tengo muy claro es que nadie es más que nadie y mucho menos debe creérselo.

A lo largo de mi vida he sido víctima de más de una exclusión social, o me han tratado de manera diferente y me han señalado con el dedo. ¿Por qué? Por pensar de manera diferente al resto de la soledad. Y eso es algo que no tolero.

Espero que si alguien lee esto reflexione sobre la mierda -si se me permite el adjetivo- de sociedad de hoy día y, no sé, piense al igual que yo, que las cosas deberían ser diferentes y que sería un beneficio para todos una mayor diversidad cultural y social, sin presunciones, pretensiones ni apariencias de ningún tipo, simplemente siendo uno mismo y creyendo firmemente en tus ideales.

Y no hay mejor frase en la historia, para hacer referencia a la los ideales personales de cada uno -sin que nadie se entrometa en nuestras vidas- que la siguiente:

"Si estoy loca, es cosa mía"